El color como medio de expresión no siempre ha tenido el protagonismo ni el tratamiento que posee en la actualidad. Hasta el siglo XVII, el color sólo era un elemento de la composición como lo era la línea y el punto. Durante ese siglo se suceden dos acontecimientos que le dan al color otra dimensión dentro de la pintura. En la Academia de Dibujo y Pintura Taure en Barcelona te enseñamos a manejar con destreza todas las dimensiones del color.
La aparición del arte barroco
El arte barroco usa el color para construir efectos ópticos y nuevos matices basados en los colores físicos, con mucha intensidad. El color se convierte en textura y emoción. A pesar de contar con una paleta extremadamente restringida echan las bases de la actual psicología del color.
El color orienta el movimiento, la composición y el equilibrio de la pintura. A pesar del rol que el color viene a cumplir en éste movimiento, no es el centro de la reforma. El arte barroco pone énfasis en el manejo de la luz, el claro-oscuro y la profundidad.
El descubrimiento del color físico, por Newton.
En 1665 Isaac Newton descubrió que la luz del sol se divide en varios colores, al pasar a través de un prisma. Observó que la luz se podía descomponer y que se descomponía en los siguientes colores: azul violáceo, el azul celeste, el verde, el amarillo, el rojo anaranjado y el rojo púrpura. De está observación dedujo que el color no existía, que era luz y que se comportaba como tal. Esto sería la base de la teoría del color. Newton diseñó un circulo donde estarían reflejados los colores del espectro
A partir de estos acontecimientos las ideas que se tienen del color son totalmente distintas, tanto en la física como en la pintura.
Para comienzo del siglo XIX, la industria del color, comienza a producir una serie de tonos nunca antes vistos, y distintas versiones de los existentes. Esta novedad favorece la aparición del Impresionismo.
La luz y el Color como medio de expresión de los Impresionistas
A mediados del siglo XIX el color vuelve a tener el ímpetu, la fuerza y el poder para traducir la realidad fugaz y espontanea. El deseo de retratar cada momento único e irrepetible de la manera más veraz posible será el norte del impresionismo, éste movimiento se sale de los estudios y comienza a invadir las calles, los lugares comunes, la vida en todas sus formas. La pintura es rapida y sus herramientas son la luz y el color como medio de expresión. Por su caracter efímero, solo logra captar un boceto de la memoria del artísta que dejará una referencia impresisa para el espectador.
Se abandona el la línea, los claroscuros, el degradez y se trabaja con el color primario y secundario puros, jugando con los contrastes para alcanzar el eqilibrio del color.
La Teoría del color
En 1810 Johann Wolfgang von Goethe propuso una carta de colores donde se incorpora un color no espectral, el magenta, justificando además la posición simetríca y la complementariedad de colores entre sí. Sin embargo, la teoría del color se le abjudica al químico Wilhelm Ostwald (1923). el cual desarrolla un conjunto de reglas para contrastar y complementar las relaciones del color.
Hoy día se reconoce la existencia de dos grandes tesis del color: la síntesis aditiva y la síntesis sustractiva
Propuesta aditiva del color
Explica la obtención de un color a partir de la suma de los componentes del color espectral. Utilizando los colores luz rojo, azul y verde se pueden producir los colores luz secundarios. Combinando dos de estos colores primarios en la misma proporción se obtiene los colores aditivos secundarios. Los colores secundarios son el cian, magenta y amarillo y la gama de estos. De la combinación de los colores primarios con la misma intensidad se produce el blanco.
Propuesta sustractiva del color
Plantea la obtención de colores por mezclas de pigmentos. Se denomina sustractiva porque a medida que se agrega el pigmento se va perdiendo el color. Los colores primarios de esta tesis son el cian, magenta y amarillo, que son los colores secundarios de la tesis aditiva. Explica esta tesis que para que un color exista como tal deben concurrir tres condiciones:
- La existencia de la luz: si no hay luz no se puede apreciar el color
- Naturaleza propia de la mezcla u objeto: determina que color (onda electromagnética) no es absorvido por la mezcla u objeto y por lo tanto visible
- Un receptor: el espectador con la capacidad orgánica para detectar la onda que ha sido rebotada por la mezcla
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