La personalidad de un personaje es el conjunto de características emocionales y atributos simbólicos que se asocian a él y a su comportamiento con su entorno. Un personaje es cada una de los seres, sean reales o imaginarios, que aparecen en una narrativa. Tu, yo, el, ella, nosotros, vosotros, ellos y ellas pueden ser personajes en una historia. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que para ser un personaje es necesario estar concebido y delimitado dentro de la trama. La personalidad de un personaje representa un aspecto distintivo y único que define sus diferencias con el resto del conjunto.
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Dotar de personalidad a un personaje
Es un proceso por el cual proporcionamos rasgos físicos, psicológicos, históricos y ambientales que le permiten a un personaje poseer valores, emociones y un arquetipo. Los valores son las cualidades por las que una persona o cosa es apreciada o bien considerada ante otras personas.
Las emociones son las reacciones psicofisiológicas que tienen el propósito de garantizar la adaptación ante una circunstancia que experimentamos y están catalogadas en ira, miedo, tristeza, y alegría. La existencia o no de valores, la carga cultural y las emociones sirven de insumos para construir el arquetipo. El arquetipo son ideas preestablecidas sobre una circunstancia, concepto o cualidad de las relaciones humanas y cosas, que son universalmente aceptadas.
La importancia del arquetipo en la personalidad de un personaje
El psicoanalista Carl Gustav Jung, desarrolló la tesis del arquetipo. Esta tesis nos explica que a lo largo de la historia, han existido una serie de patrones psicológicos inconscientes que han definido a diversas personalidades y que se pueden clasificar en arquetipos.
Según Jung, los arquetipos son desarrollados por cada persona en función de las experiencias vividas por sus antepasados. Estas marcan una serie de patrones emocionales y de comportamiento que determinan la forma en la que una persona procesa sus sensaciones, imágenes, percepciones y finalmente, desarrolla su personalidad.
De esta forma la personalidad se encuentra profundamente afectada y condicionada por la carga cultural preestablecida en cada grupo humano. Si deseamos que la gente interprete una cosa, una persona o circunstancia debemos recurrir a los arquetipos para mandar el mensaje correcto, más fácil y directo. El arquetipo nos ayuda a evitar las confusiones en la interpretación del mensaje. De esta manera, podemos reforzar la narrativa modelando un mensaje subyacente que construye el contexto cultural y le brinda una orientación fluida, sencilla y directa a la historia.
Margaret Mark y Carol S. Pearson, fundamentadas en la propuesta de Jung, construyeron una categoría de arquetipos para la industria de la publicidad que nos ayudan a establecer la marca comercial. Este recurso puede ayudar a establecer los valores más significativos vinculados a cada uno de los roles sociales de nuestros personajes.
Las autoras señalan que existen cualidades presentes como símbolos en el inconsciente colectivo que son muy útiles para orientar la imagen e identidad. Ellas definieron 12 arquetipos de marca que pueden usarse para distintos tipos, en función de la misión, visión y los valores que tenga la marca o personaje.
La personalidad del narrador
El narrador omnisciente
Un elemento a considerar al momento de construir una historia es el narrador. El narrador de una historia, generalmente, es omnisciente. Alguien a quien escuchamos o leemos, pero no vemos. En éstos casos podemos definir sus intereses, origen, naturaleza y creencias, sin proporcionarle una imagen. La mayoría de las veces, los narradores no son parte del núcleo de la trama, porque están en tercera persona. El narrador omnisciente es aquel que lo sabe todo, sin el cual es imposible la historia. En consecuencia, es considerado un personaje más de la historia.
Narrador en primera persona
En ocasiones nos encontramos que el protagonista de la historia o cualquier otro personaje secundario, perfectamente definido físicamente dentro de la narrativa, es quien la relata. También encontramos historias donde el rol del narrador lo realizan distintos personajes de la trama.
El narrador testigo
Un narrador testigo es quien observa un acontecimiento, fuera del contexto en el cual se producen los hechos, es un observador. Expresa lo que tuvo la oportunidad de ver desde su perspectiva, situándose fuera de lo narrado. Este narrador puede llegar incluso a presentar hipótesis y sugerir ideas,pero carece de personalidad.
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