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Seguramente cuando empezamos a pintar o a dibujar, ni siquiera podemos llegar a sospechar que nuestras acciones están determinadas por las leyes generales de la composición. No importa lo que pintemos, nuestra creación va ha responder a éstos principios. Por ello se denominan leyes generales de la composición. En nuestra Academia de Dibujo y Pintura Taure, en Barcelona, tenemos 45 años enseñando a nuestros estudiantes a dominar a la perfección las leyes generales de la composición en todas las artes visuales.
¿Qué es una ley?
En las artes, igual que en otras disciplinas del conocimiento, podemos encontrar la existencia de un conjunto de acontecimientos que se van a repetir cada vez que aparecen unas circunstancias particulares. En otras palabras, una relación constante entre distintos factores o variables. Esa relación es lo que la epistemología ha llamado ley. Una ley es una relación constante y esencial en el fenómeno que se observa.
Leyes generales de la composición
En las artes plásticas y particularmente, en las artes visuales, existen leyes de carácter general que estarán presente en toda composición, estas son:
De la unidad o del orden estético
La función de una composición se resuelve en la unidad. La unidad en la composición es el fin último de todas las fuerzas. En la composición la unidad estética es el producto, el arte. La unidad es tan necesaria a la composición, que resulta absolutamente imposible aislar de ella un detalle, o bien, modificarla ligeramente, sin que todo el conjunto se resienta. Si cambiamos el orden de unos de los elementos cambiamos invariablemente la composición.
La armonía
La armonía es definida como el equilibrio, proporción y correspondencia adecuada entre las diferentes cosas de un conjunto, en éste caso de una composición. Un diseño es armónico cuando hay un cierto equilibrio, una relación positiva entre líneas y masas. La composición de un diseño armonioso provoca sensación de unidad, de que todo fluye apropiadamente y que todo está en el lugar adecuado. La armonía de color es a menudo el factor clave del éxito de un diseño. Sin armonía no hay belleza, pues sólo en armonía nos complacemos en la observación del producto. La armonía es un elemento “sine qua non” de la belleza, pues es la condición que provoca el placer sensorial.
De la variedad y el interés
En la composición existe una variedad de elementos diferenciados que se complementan entre sí. A éste fenómeno se le denomina alternancia o variedad. La variedad de elementos atrae el interés del observador, su curiosidad. Cuando existe un balance o equilibrio entre los elementos complementarios propiciamos la unidad de la composición y la armonía. El cerebro humano automáticamente identifica el orden de los elementos que se complementan y atraen su atención desde la armonía.
Del resalte y la subordinación
En toda composición se libra una batalla de fuerzas. Cada elemento tiene una fuerza determinada para atraer la atención del observador. Existen composiciones de un sólo elemento donde se produce una relación de forma – fondo. Donde la forma atrae con mucha fuerza la mirada del espectador y subordina al fondo. Un ejemplo de ello es la imagen de un punto de mediano tamaño en el centro de un espacio que opera como fondo. Irremediablemente la figura central, la que atrae la mirada del espectador será el punto.
En toda composición existe un elemento que resalta sobre los demás y los subordina. A ese elemento se le llama elemento dominante porque representa la fuerza de atracción más poderosa para el observador.
Ley de contraste o del conflicto
Todo elemento dentro de la composición existe en la medida que sea diferente a su prójimo. Los rasgos diferenciadores provocan un contraste o un conflicto visual. Es a través de ese conflicto que se percibe la naturaleza propia del elemento y sus diferencias con el resto de los elementos de la composición. Un objeto puede contrastar con otros por color, forma, tamaño, cualidades intrínsecas del propio objeto. Este principio es la base para despertar el interés de la visión y establecer los vectores de fuerza y tensión de los elementos entre sí. A mayor conflicto mayor será la fuerza de subordinación.
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